Pequeñeces

02 agosto 2007

Infancia



Una amiga me dijo que les habia gustado lo que había escrito y que esa parte de mi historia no la conocía, así que intentaré comenzár dónde dejé la última narración.

De la parte del kinder y la guardería, si ayá (aaaa) por los años setenta -guau suena a hace muchos años, pero en fín-, asistía a una guardería que mi mamá tenía como prestación de la empresa donde trabajó por más de treinta años, el Ferrocarril del Pacífico, en dónde recibían a niños exclusivamente de las empleadas,desde terminada la cuarentena, hasta cumplir los 6 años.
Para los que conocen Guadalajara, esta guardería, que todavía está en funcionamiento, pero ahora por el Seguro Social, puesto que la empresa (Ferrocarril del Pacifico) se adhirió al Seguro Social por ayá de los ochentas, está ubicada a espaldas del Hospital - Clinica 89 sobre la avenida Washington esquina Chapultepec.

Mis recuerdos son vagos de esta época, me acuerdo que después de clases nos ponían a dormir la siesta, luego de la comida, que era como a la 1 hasta que nuestros papás nos recogieran a las 3 de la tarde. otra de las cosas que me acuerdo que una vez, me mandaron a lavar la boca con jabón puesto que he de haber dicho alguna grosería o algo así y una maestra en la puerta del baño y yó haciendo el no tan apreciado castigo, de eso me acuerdo como si fuera ayer. Entre otras cosas también recuerdo las clases y que a veces en las clases de inglés sobresalía y en vez de que estuviera dando lata en el salón me mandaban con los niños de maternal a ayudarles a las enfermeras a darles el biberón a los bebés.

Fuera de la guardería hubo una ocasión que mi Mamá y yo estabamos en la iglesia luego de una misa en la noche y mi Mamá se quedó platicando con unas personas, nada raro para ella, puesto que sabrán lo social que es, así que luego de esta misa le insistía que nos fueramos a la casa pero al no hacerme caso en repetidas ocasiones, decidí valientemente el irme a la casa solo, la distancia era lo de menos, puesto que aún que fueran 3 calles tenía que cruzar una avenida que en ese entonces no estaba muy transitada, pero al fín y al cabo avenida era, así que llegué a la casa y mi papá estaba viendo en la TV, me acuerdo claramente, una transmisión del carnaval de Brasil y me acuerdo que le pregunté, oye por qué a esas bailarinas se les ven las pompis, pero yo muy inocentemente se lo pregunté al oido para que nadie oyera, y me contesta que los trajes así eran por que era una zona de mucho calor y cosas así y de repente mi madre entra gritando, -David! está aquí el niño!!!? y mi padre muy tranquilamente le contesta que sí, y en eso que se deja venir corriendo mi mamá, seguramente para darme una tunda, y mi padre le reclama, -Hey! espérate, que te pasa, que vas a hacer??! y mi mamá casí al punto de la cólera, le dice, -Se vino solo de la Parroquia, estaba platicando y ya no lo ví, le pregunte a unas personas y Oscar les dijo que iba a su casa! yo estaba atras de mi papá y él tapando la puerta de dónde estabamos viendo la tele. Mi papá le contestó que le me había preguntado dónde estaba mi mamá y yo me limité a decir que estaba platicando y mi padre asumió que era fuera de la casa y que yo había tocado a la puerta y pensó que solo me habia adelantado a ella. En fín se causó tal revuelo que me mandaron a dormir. Mucho tiempo despues mi Mamá me platicó que mi padre había impedido que mi Mamá me pegara en la inteligencia de que yo había tomado una desición, cosa que a mi Madre le disgustaba en demasía y por el contrario mi padre celebraba, puesto que en otras circunstancias me iba a servir. Creo que al final de todo eso me castigaron, pero nada severo.

Luego de salir de esta guardería, en abril, puesto que no debía de haber niños mayores de 6 años, aún cuando el ciclo escolar no hubiese terminado, me mandaron con mi abuela mientras mis padres continuaban trabajando y hasta finalizar el verano mi abuela no supo que hacer conmigo así que me inscribió en una primaria de "oyente" en el primer grado, y pues resultó que con los conocimientos que había salido de la guardería, más lo que cursé de Abril a Julio, en primero de primaria, aprobé el grado y oficialmente había cursado todo el año como si nada.

Por lo que en septiembre de ese mismo año (1977) comencé el segundo año de primaria en la escuela pública que se encontraba cerca de mi casa, la Urbana # 186 pasó todo normal y sin grandes eventualidades, hasta que un día creo que en tercero de primaria, de tarea me habían pedido hacer una maqueta de la calle donde vivía y que marcara dónde estaba mi casa, con referencias y cosas así, fué quizá con flojera que la hice a medias y mi padre terminó haciendola hasta con arbolitos y esas cosas muy bonita había quedado, pero resulta que al salir para la escuela, como normalmente quedaba solo en casa puesto que mis padres salían antes que yo a trabajar, se me olvidó la maquetita. y no me acordé de ella hasta que mi papá volvió del trabajo, puesto que en la escuela ni me la requirieron y yo como comía en casa de unos vecinos y hasta ahora amigos, pues no me preocupé, se enojó tanto mi papá que literalmente me corrió de la casa por desobligado e irresponsable, que cómo era posible que aún que yo no hubiese terminado y él me haya ayudado se me fuese a olvidar, en fín me corríó.

Luego llegó mi madre y yo estaba escondido -inocentemente- abajo del carro que tenía mi papá y me madre inmediatamente me dijo -Oscar Esteban!!! salte de ahí inmediatamente, que carajos estás haciendo ahí?!- solo atiné a decirle -Mi papá me corrió de la casa....!- -Que!!!- dijo mi madre, y enojada, perturbada por dónde me había visto y preocupada por lo que había dicho mi padre, entró gritando a la casa: -David!- (mi papá) el niño estaba escondido abajo del coche!!! que pasó!!?. Para los que conocen a mi Mamá sabrán que tiene una voz con un volumen digno de admiración, aún hablando normalmente, así que ya se la imaginarán a ella gritando!

El caso es que se armó un alboroto que hasta los vecinos vinieron a ver que estaba pasando, mis papás discutiendo y gritando y yo sin saber que hacer, me dediqué a escucharlos. Me castigaron con la tele y juguetes y de salir a jugar, pero nada severo que no hubiese podido soportar. Es un buen recuerdo después de todo, puesto que ahí me dí cuenta de cuánto les importaba a mis padres. -snif-

Sigan leyendo.... :)

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